Cuando hablamos de silos organizacionales nos referimos a la tendencia dentro de una organización en la que los diferentes equipos trabajan de manera aislada y, a veces, en competencia, en lugar de colaborar de manera eficiente. Esta falta de comunicación y colaboración entre departamentos puede llevar a una serie de problemas que impactan seriamente en la sostenibilidad del negocio.
Los silos organizacionales son una barrera para el progreso
Los silos organizacionales se forman cuando los departamentos o equipos actúan de manera independiente, con poca comunicación o colaboración entre ellos. Esto acarrea una serie de problemas como la duplicación de tareas y redundancia de esfuerzos, sobrecostos, obstáculos en la toma de decisiones, ausencia de una visión integral del negocio. Además, estos silos fomentan una cultura interna de competencia en lugar de colaboración, lo que es perjudicial para el crecimiento y la innovación.
Los silos organizacionales afectan la sostenibilidad empresarial
La sostenibilidad empresarial va más allá de prácticas ecológicas; también abarca la capacidad de una organización para perdurar en un entorno empresarial en constante cambio. Los silos organizacionales pueden socavar la sostenibilidad de una empresa al dificultar la adaptación a nuevas tendencias, tecnologías y demandas del mercado. La falta de colaboración interdepartamental puede resultar en soluciones ineficaces y costosas.
La innovación es una víctima de los silos
Sabemos que la innovación es el motor del crecimiento empresarial. Sin embargo, los silos pueden sofocar la creatividad y la innovación al limitar el flujo de ideas y la exposición a diferentes perspectivas. Cuando los equipos trabajan de manera aislada, se pierde la oportunidad de aprovechar la diversidad de habilidades y conocimientos que cada uno aporta. Esto puede llevar a soluciones mediocres y a la falta de diferenciación en el mercado.
El CX: un mecanismo eficaz para transformar la cultura organizacional
La clave para romper con esos silos es demostrar la potencia que se genera cuando se trabaja entre departamentos con un propósito común. La orientación hacia el cliente tanto externo como interno es un punto de convergencia. Trabajar en mejorar la experiencia de nuestros clientes y de cada uno de los que formamos parte de la organización es, sin dudas, un propósito que nos alinea y moviliza a todos.
La gestión de experiencias requiere de una perspectiva holística que puede lograrse a través de equipos multidisciplinarios que incluyan representantes de diferentes áreas de la organización. Esto rompe las barreras entre los departamentos y promueve una comprensión más completa de los desafíos y oportunidades del negocio.
A través de nuestros talleres de CX hemos logrado impactar en la manera que los integrantes de cada organización entienden a sus clientes y juntos diseñen soluciones con las personas en el centro. Nuestra metodología para el Diseño de Experiencias, por ejemplo, permite identificar cómo aporta cada uno desde su rol para mejorar la experiencia del cliente y generar momentos WOW e inclusive cómo puede facilitarle el trabajo a un compañero.
A lo largo de estos últimos 5 años, numerosas organizaciones han pasado por estos talleres y es sorprendente ver cómo mejora el vínculo entre los participantes a partir de saber qué es lo que hace el otro y cómo juntos pueden ofrecer una experiencia mejor.
Nuestros talleres de Customer Experience dejan como resultado:
Mejora en el relacionamiento entre áreas.
Fortalecimiento del clima laboral.
Mayor conocimiento del negocio.
Creatividad e Innovación.
Creemos en el poder de la colaboración, la comprensión del cliente y la transformación de ideas en soluciones. Trabajamos para hackear los silos organizacionales y crear un camino hacia el éxito compartido.
Para lograr una gestión eficaz de CX necesitamos superar estos silos y así poder brindar una experiencia coherente y excepcional a los clientes en todos los puntos de contacto con la organización.
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