Se define a los interesados como aquellas personas y/u organizaciones que pueden afectar y/o son afectadas por el proyecto. Ese efecto no depende del organigrama de la organización, sino del objetivo del proyecto y puede ser positivo, neutral o negativo para los interesados.
Desafortunadamente, existe una tendencia a utilizarlo para filtrar los interesados de un proyecto. Dicho de otra manera, aquellos que ocupan los niveles más bajos de la organización, no son tomados en cuenta como posibles interesados o son descartados con la excusa de que tienen que obedecer las órdenes y trabajar y nada tienen que aportar al proyecto.
Recuerdo un curso que dicté, donde la empresa debía llevar adelante un proyecto muy importante, costoso y que respondía a un nuevo contrato firmado con una multinacional muy poderosa. Naturalmente, la preocupación del Director General por la marcha del proyecto llevó a la contratación de una consultora que, finalmente, me contrató a mí para dar un curso de Gestión de Proyectos.
Durante el curso y refiriéndome al proyecto que tenían entre manos, pregunté a quiénes podrían considerar interesados. Surgieron los usuales: Patrocinador, Gerentes funcionales, Director de Proyecto, equipo de proyecto, jefes, supervisores, etc. Sin embargo, ninguno nombró la palabra operario.
Cuando les hice notar que faltaban los operarios, uno de ellos dijo: “Ésos están para trabajar y seguir órdenes, no para aconsejar en proyectos”. Y a continuación agregó “Lo único que hacen es traernos problemas y lo peor es el sindicato. Me tienen podrido.”.
Le hice notar que los obreros le podían dar mucha información acerca del día a día y en este caso, en que se iban a cambiar líneas de producción y disposición de las máquinas en la planta, creía que era muy importante tomarlos en consideración por los movimientos de personal, insumos y sistemas de transporte interno, dado que ellos sufrían las consecuencias de las decisiones que otros tomaban sin tomar en cuenta su experiencia.
Por otro lado, agregué, estaba el tema de calidad y seguridad industrial, dos elementos de suma importancia en las plantas, que tenían que ser considerados en un proyecto de esta magnitud y que necesariamente requerían de la participación de los operarios. No le convenció mucho mi explicación, pero otros asistentes asintieron y tomaron notas.
¿Los habrán tomado en consideración? No lo sé, pero este intercambio de opiniones me llevó a desarrollar este comentario que les comparto. El organigrama puede ser tomado en cuenta para tener una idea más acabada de las áreas y departamentos que intervienen en la organización y puede ayudar en la identificación de nuevos interesados o relaciones entre ellos. Pero, y no me canso de repetirlo, no lo utilice para filtrar a los interesados. Muchas veces los interesados que descartamos o no consideramos, son los que luego traen cambios y problemas al proyecto.
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